ENTREVISTA A Juan Benítez Jamchen, AUTOR DE VIDA NATURAL CONSCIENTE, LA AGRICULTURA NATURAL.
"Pensar en un Ser humano verdaderamente cercano a la Naturaleza, es pensar en un Ser humano que ya es Naturaleza"
Enlace entrevista en Agricultura Natural España (ANE)
Violeta: ¿Cuál ha sido tú intención, o para qué escribiste Vida Natural Consciente, La Agricultura Natural?
Juan: Toda intención tiene siempre un para qué, sí. El asunto de la
utilidad es algo que nos persigue a los humanos y casi, yo diría, que
nos condena un poco. De manera básica, la intención de todo aquel que
escribe es comunicarse, sacar a la luz lo lleva dentro y que piensa que
debe ser dicho. En el caso de este libro, pues surgió de manera muy
espontánea y fue consecutiva a otro libro con el que me hallaba
enfrascado.
Una necesidad interior imperiosa, y dándome cuenta del
giro que estaba produciéndose en mi propia vida, me hicieron abandonar
aquel libro y ponerme con este. Durante seis meses no paré de escribir,
salió del tirón junto con la segunda parte. Después del proceso de
revisión, me di cuenta de la densidad del tema, entonces se quedó en
este primer tomo, como partida para el segundo en el que me encuentro
revisando ahora.
Casi todos los que estamos en esto venimos de la
permacultura, así que rescatando sus propios orígenes, me topé con
Fukuoka. De este modo, junto con las experiencias directas y filosóficas
que había tenido hasta entonces, me di cuenta del valor tan fundamental
que era reivindicar las enseñanzas puras de este maestro y, sobre todo,
para un ecosistema tan degradado como el nuestro. De ahí surgieron las
ampliaciones de los principios básicos.
Violeta: ¿Cuál es la importancia de los principios básicos de Fukuoka?
Juan: Sin los principios básicos fukuokianos no es posible considerar
agricultura natural alguna. Él se encargó de darnos el camino primordial
para la práctica auténtica y se resume, precisamente, en sus cuatro
principios principios básicos. Gracias a estos principios, podemos decir
que surgieron toda la serie de corrientes que hoy día conocemos, como
son la agricultura ecológica u orgánica, la biológica, la regenerativa,
la agroecológica y otras muchas más. La importancia de no usar químicos
en la agricultura, por ejemplo, con toda la filosofía que llevaba
implícita de recuperar nuestra Naturaleza, fueron el esqueleto que
configuraron estos ámbitos alternativos que vivimos hoy de manera
global.
Sin embargo, debido a que el mismo Fukuoka dejó muy abierto
el aspecto relativo de la agricultura natural, estas mismas
alternativas se han ido acomodando sin proveerse de los otros
principios, también muy importantes, atentando con ello, contra la
propia esencia e intención primera. Por eso, es tan importante recuperar
esa base, e ir trabajando desde ahí.
Hoy, por fin tenemos los
principios básicos secundarios, con lo que nos aseguramos, de alguna
manera, que podamos hacer una agricultura natural auténtica y adaptada a
nuestras condiciones climáticas y culturales. Así por ejemplo, con el
principio básico secundario de las transiciones, no hay distinción entre
agricultura natural relativa y agricultura natural absoluta, de manera
fundamental, con lo que el camino continúa hacia lo que es
verdaderamente Naturaleza, con el Humano relativo incluido.
Violeta: ¿Y cómo piensas que puede ser posible la AN como forma de
alimentarnos si se necesita tanto tiempo para adaptar un suelo y el
entorno?
Juan: En realidad no se necesita tanto tiempo, lo que
pasa es que los humanos tenemos muchas prisas con todo. Esa ansiedad no
nos permite ver que, si queremos ser naturales, tenemos que adaptarnos a
los tiempos de la Naturaleza. Con la agricultura natural pretendemos
adaptarnos a esos ciclos, y es necesario mantener cierta paciencia,
entre otras muchas cosas porque la Naturaleza está muy destruida. No
hace mucho tiempo, estuve visitando la finca de un amigo agricultor
natural. En una zona de bosque de álamos, que había estado abandonado
durante muchos años, había plantado unas parcelas con huerto y los
resultados eran espectaculares, tanto de de tamaños como de producción.
Ciertamente su tierra es de muy buena calidad, no todos tenemos esa
suerte, pero, si no llegan a estar ahí los álamos haciendo su trabajo,
no hubiera sido posible estos resultados. Está claro que necesitamos ser
pacientes.
De todas formas, no siempre nos vamos a encontrar con
esas condiciones, por eso es necesario recuperarla; y esa paciencia, al
fin y al cabo, no es tan grave, gracias a los procesos transicionales
previstos que nos permiten ir andando camino sin dejar de alimentarnos.
El nivel de compromiso de la transición es muy personal, pero hay que
mantener claro el conocimiento natural, por eso es importante saber
porqué hacemos lo que hacemos.
Violeta: En tu libro explicas un
poco las diferencias con los permacultores que separan la zona de bosque
natural y el de alimentos y se enfocan más en el diseño; y creas un
nuevo concepto de bosque natural comestible, unificando hombre y
naturaleza. Espacio natural y comestible. ¿Cuál es la importancia de
esto? ¿Y por qué?
Juan: Estas preguntas son muy relevantes, me
alegro que me las hagas porque puede haber cierto revuelo con esto, pero
también tienen una respuesta muy extensa y es difícil resumirlo todo en
este espacio tan breve. De forma general, hay que pensar que la
permacultura nace y crece como una ciencia, aunque tenga ámbitos muy
abiertos y globales, en este punto se separa un poco de la agricultura
natural, por eso hay que tomar mucha cautela con este tema e ir
avanzando poco a poco para lograr la integración que esperamos. Estos
asuntos que toca la permacultura en concreto, son tratados profusamente
en la segunda parte de mi libro de Vida Natural Consciente, que espero
que pronto pueda dar a luz. En cualquier caso, la misma permacultura, en
algunas de sus subcorrientes, ya está empezando a tomar posiciones
cercanas a la agricultura natural, lo cual es un gran avance.
Lo más
importante, en estos momentos, y que ya ha sido tratado en el libro
primero, es tomar consciencia de lo importante que es no separar el
alimento del Humano de la Naturaleza, a la hora de concebir una zona de
cultivo. El Ser humano tiene que aprender a integrar todos los espacios
de forma Natural, no es posible ni bueno separar Naturaleza de alimento,
porque eso nos deja fuera de la Naturaleza. De la misma manera que en
las coberturas mantenemos un ambiente biodiverso para que nuestras
hortalizas sobrevivan saludablemente, con cierta autonomía y en
combinación con las silvestres; hacemos con las partes aéreas arbóreas,
que también son biodiversas, conservan su autonomía y se retroalimentan
silvestres y cultivadas. A gran escala, considerar el bosque de
alimentos separado del bosque natural, una herencia de Bill Mollison,
nos lleva a dejar la mayoría de los territorios completamente
desnaturalizados, porque la tendencia humana siempre va a ser producir.
Sin embargo, con el bosque natural comestible, no sólo hacemos que la
mayor parte de los terrenos se encuentren naturalizados, con alimento y
con producción, sino que además, estamos contribuyendo a una labor
intensa de reforestación que puede llegar a ser muy extensiva, si se
quiere. Tiene la excelencia de que permite hacerse una gran
reforestación entre todos los agricultores naturales, que podemos ser
muchas manos juntas.
Son múltiples las ventajas de un bosque
Natural de alimentos. Por destacar algunas más ahora, decir que, al
incorporar arboleda “ornamental” o silvestre, o “generadores de lluvia”
junto con nuestro alimento, conseguimos, no solo contribuir en la
recuperación del ecosistema vegetal en general, sino también del
ecosistema climático en general. Si nuestra intención es parar el cambio
climático y dirigirlo a positivo, no hay mejor manera de hacerlo que a
través de esos árboles en nuestras huertas. Ellos conservan el suelo,
nutren y protegen a nuestros frutales y hortalizas, además de que
mantienen la humedad ambiental y en el suelo, ayudando con ello a
recuperar el oxigeno, nuestras lluvias, los arroyos, ríos y fuentes, tan
importantes en la supervivencia humana.
Adiestrarse en las maneras
de combinar todos los tipos de árboles en una equivalencia natural, es
una de las labores más importantes de un agricultor natural, y debería
serlo también de cualquier permacultor, y esto está más allá de
cualquier concepto de diseño artificial, esto debe ser un diseño
natural, que no imita, sino que integra, y que nos lleva a ser más
conscientes de lo que hacemos, decimos o incluso pensamos.
Desgraciadamente para muchos, esto nos deja en una postura menos
tecnológica, pero mucho más conectada con la Naturaleza y la
Consciencia.
Pensar en un Ser humano verdaderamente cercano a la
Naturaleza, es pensar en un Ser humano que ya es Naturaleza, esta
conjunción unifica y no separa Humano de Naturaleza. La clave de esto se
encuentra en ir dando pasos inversos a lo artificial.
Violeta: ¿Qué quiere decir Vida natural Consciente? ¿Es la AN más que una forma de cultivo? ¿Es también una forma de vida?
Juan: La labor de recreación del bosque Natural de alimentos, junto a
la manera natural de cultivar y de concebirnos en la transición, viene
unida a una actitud de vida también. Este último es otro de los
principios básicos secundarios y se encuentra enlazado con los demás.
Sin una coherencia con lo que hacemos en todos los aspectos de nuestra
vida, no nos es posible considerar ni una agricultura natural, ni una
elevación humana de Consciencia. Por esa razón, no podemos separar
agricultura Natural de Vida Natural Consciente. Unificar
Humano-Naturaleza-Consciencia significa que estamos, no sólo
alimentándonos sanamente de acuerdo con nuestra Naturaleza auténtica,
sino que también estamos tratando bien a la Naturaleza externa y
viviendo según unas maneras Naturales y espirituales. Ya lo dijo
Fukuoka, la agricultura natural no es sólo una forma de cultivar
vegetales sino de cultivarse a sí mismo, y esto conlleva una vía
espiritual también.
La Naturaleza elemental de la Consciencia
humana se manifiesta a través del cuerpo, y esto lo hacemos con los
cinco sentidos, y la Naturaleza más profunda de la Consciencia humana se
manifiesta a través de nuestra mente analítica, que es nuestro sexto
sentido. Todas las Consciencias unidas nos ayudan a manifestarnos tal
como somos en realidad, por eso es tan importante tanto la parte física
de nuestro cuerpo, que es más Naturaleza, como la mental, que es más
Consciencia. El alimento físico es la base de nuestra vida en esta
tierra, si usamos equilibrada y positivamente todas nuestras
consciencias, corporales y mentales, para obtener nuestro alimento,
estamos practicando la base de una Vida Natural y Consciente. Esto
significa, al mismo tiempo, practicar agricultura Natural. Una Vida
Natural Consciente debería estar generalizada y contener a la mayoría
humana en actividad de agricultura Natural; pero, por diversas razones,
no todos los Humanos podemos practicarla, por eso hay que pensar en cómo
alimentar al resto. Sea como sea, ningún Humano, que quiera vivir de
manera Natural y Consciente, debe perder esa conexión. Cuando
conseguimos desenlazarnos de las malas costumbres de consumo, aprendemos
a vivir sencillamente y aprendemos a pensarlo y sentirlo bien, las
necesidades artificiales disminuyen. Practicando agricultura natural,
hay mucho tiempo para hacer otras cosas, si se quiere, también muy
necesarias e importantes como son: contemplar nuestra mente o la
Naturaleza, leer o escribir poesía, filosofía o ciencia, tocar un
instrumento, pintar, hacer trabajos manuales prácticos, estar con
nuestras familias y amigos, dormir y descansar,..., en definitiva,
practicamos y aprendemos a usar nuestras manos y nuestra mente para
alimentarnos sanamente y para llenar nuestra vida de creación,
espiritualidad, positividad y sosiego.
El ser humano de hoy apenas
dedica un uno por ciento de su tiempo a desarrollar su mente y su cuerpo
enlazado con la Naturaleza o la Consciencia. Esto implica, no sólo una
desnaturalización o artificialización atroz, también implica un
decrecimiento grave de la Consciencia. La agricultura Natural nos
permite comenzar en el camino inverso a lo artificial, por eso es
también la base de una Vida Natural Consciente.